Читаем Guianeya полностью

La nave trasatlántica volaba sobre el lugar donde se encontraba ubicado el observatorio. El aterrizaje había que hacerlo a más de mil kilómetros al occidente, y esto obligaba a hacer el viaje de regreso en transporte terrestre y perder dos horas más…

Murátov expresó su deseo de descender en paracaídas.

El radiotelegrafista de a bordo llamó al observatorio. De allí contestaron que salía un aparato automático-planeliot hacia el lugar de aterrizaje de Murátov.

— ¿Ha saltado usted antes en paracaídas? — preguntó uno de los tripulantes de la nave que ayudaba a Murátov a abrocharse el correaje del paracaídas.

— Sólo una vez, cuando era escolar. ¿Pero qué importancia tiene esto?

— Volamos a una altura de siete kilómetros y tendrá que hacer un salto con retardo.

— ¿Y qué tiene de complicado?

— No, no hay nada de complicado. El paracaídas es automático y se abre en el momento necesario. Pero puede ser desagradable si no está acostumbrado al descenso libre.

— Esté tranquilo, no padezco de los nervios. El planeliot apareció dos minutos después del aterrizaje que se realizó con toda felicidad.

Cinco minutos más tarde Murátov entraba en uno de los edificios de la ciudad científica, donde, según le dijeron, estaba el gabinete de Sinitsin.

Llamó a la puerta, pero no tuvo ninguna contestación.

Murátov llamó más fuerte.

— Estoy ocupado, ruego que no me molesten — dijo Serguéi con voz enojada.

— Entonces — contestó riéndose Murátov —. tomo el avión de vuelta. ¡Abre, gracioso!

Soy yo, Víktor.

Sonaron pasos apresurados y la puerta se abrió.

Murátov abrió la boca de asombro y lanzó una carcajada.

Sinitsin estaba delante de él, sólo con calzoncillos y zapatos puestos. Tenía la cara untada de aceite y con una pintura oscura. Los cabellos enmarañados formaban mechones por todas las partes.

Del gabinete salía un aire caliente.

— ¿Qué ocurre aquí? ¿Te ocupas en hacer reparaciones en los momentos de asueto?

¿Por qué hace tanto calor?

— Lo primero que tengo que hacer es saludarte — dijo con tranquilidad Sinitsin — Gracias por haber venido. Me eres ahora más imprescindible que cuando te escribí la carta. Sin ti no puedo hacer nada. Y mira de dónde procede el calor — dijo, indicando hacia una pequeña computadora electrónica que estaba encima de la mesa de despacho —. Esta máquina portátil no estaba calculada para un trabajo ininterrumpido de treinta horas.

— Desgraciada, ¿para qué la martirizas así? — Murátov abarcó con una atenta mirada todo el gabinete.

El suelo estaba cubierto con una enorme cantidad de placas-programas de polietileno.

Estaban tiradas por todas partes: junto a la misma máquina, en la alfombra del centro de la habitación e incluso junto a la puerta. Por lo visto el dueño del gabinete las había lanzado donde cayeran. La ropa de Sinitsin estaba también desparramada por los sillones y el diván. Las ventanas estaban cerradas a piedra y lodo por pesadas cortinas. La lámpara del techo y varias de mesa estaban encendidas.

Era un cuadro muy elocuente. Probablemente Serguéi incluso no sabía si ahora era de día o de noche.

— ¿No obtienes nada? — preguntó burlón Murátov.

— ¡Maldito enigma! Quisiera arrancarme los cabellos de desesperación.

— Ya he visto que has intentado hacerlo. Querido amigo, te encuentro desconocido.

¿Es que piensas conseguir algo en este estado? No te pregunto si has dormido esta noche porque está claro que no. Pero por lo menos, ¿has comido algo?

— Me parece que sí.

— Pero a mí me parece que no. ¿Qué hora es?

— ¿Que, qué hora es?

— No sé — respondió confuso Sinitsin.

— ¡Hasta eso has llegado! No sabes ni siquiera la hora en que vives. Te impongo un ultimátum: inmediatamente te bañarás, desayunarás y te echarás a dormir.

¿Comprendes? ¡Inmediatamente! O ahora mismo me marcho. ¿Has comprendido?

— ¿Dormir? — refunfuñó Sinitsin —. No tengo tiempo. Siéntate y escucha.

— No voy a escuchar nada. No tengo ganas de conversar con un espantapájaros. ¿A quién te pareces? Es una pena que no haya un espejo.

Murátov se acercó a la ventana y levantó la cortina. Los rayos del sol invadieron el gabinete. Abrió de par en par la ventana.

— ¡Así tiene que ser! — Murátov sonrió al ver la mirada de asombro de su amigo —.

¡Ahora son las dos de la tarde! Es de día y no de noche como sin duda alguna piensas.

— ¿Las dos?

— Sí, según la hora local. Sinitsin se sometió al instante.

— Está bien — dijo —, acepto tu ultimátum. Resulta — añadió sonriéndose — que yo «martirizo» a la máquina no treinta horas, sino más de cincuenta. Esa es la causa de que se caliente así.

— Todavía mejor. ¡Dos días completos sin dormir y sin comer! ¡Y esta persona quiere resolver un complicado problema de matemáticas! No te ayudará a resolverlo no sólo tu máquina, sino tampoco el cerebro electrónico del Instituto de cosmonáutica.

— Tampoco podrá resolverlo. Nadie podrá, si tú o yo no ofrecemos las premisas justas.

¡Ciento veintisiete variantes! — exclamó Sinitsin —. ¡Ciento veintisiete! Y todo en vano.

Перейти на страницу:

Похожие книги

Лунная радуга
Лунная радуга

Анна Лерн "Лунная радуга" Аннотация: Несчастливая и некрасивая повариха заводской столовой Виктория Малинина, совершенно неожиданно попадает в другой мир, похожий на средневековье. Но все это сущие пустяки по сравнению с тем, что она оказывается в теле молодой девушки, которую собираются выдать замуж... И что? Никаких истерик и лишних волнений! Побег - значит побег! Мрачная таверна на окраине леса? Что ж... где наша не пропадала... В тексте есть: Попаданка. Адекватная героиня. Властный герой. Бытовое фэнтези. Средневековье. Постепенное зарождение чувств. Х.Э. В тексте есть: Попаданка. Адекватная героиня. Властный герой. Бытовое фэнтези. Средневековье. Постепенное зарождение чувств. Х.Э. \------------ Цикл "Осколки миров"... Случайным образом судьба сводит семерых людей на пути в автобусе на базу отдыха на Алтае. Доехать им было не суждено, все они, а вернее их души перенеслись в новый мир - чтобы дать миру то, что в этом мире еще не было...... Один мир, семь попаданцев, семь авторов, семь стилей. Каждую книгу можно читать отдельно. \--------- 1\. Полина Ром "Роза песков" 2\. Кира Страйк "Шерловая искра" 3\. Анна Лерн "Лунная Радуга" 4\. Игорь Лахов "Недостойный сын" 5.Марьяна Брай "На волоске" 6\. Эва Гринерс "Глаз бури" 7\. Алексей Арсентьев "Мост Индары"

Анна Лерн , Анна (Нюша) Порохня , Сергей Иванович Павлов

Фантастика / Любовное фэнтези, любовно-фантастические романы / Самиздат, сетевая литература / Космическая фантастика / Научная Фантастика
Бозон Хиггса
Бозон Хиггса

Кто сказал что НФ умерла? Нет, она затаилась — на время. Взаимодействие личности и искусственного интеллекта, воскрешение из мёртвых и чудовищные биологические мутации, апокалиптика и постапокалиптика, жёсткий киберпанк и параллельные Вселенные, головокружительные приключения и неспешные рассуждения о судьбах личности и социума — всему есть место на страницах «Бозона Хиггса». Равно как и полному возрастному спектру авторов: от патриарха отечественной НФ Евгения Войскунского до юной дебютантки Натальи Лесковой.НФ — жива! Но это уже совсем другая НФ.

Антон Первушин , Евгений Войскунский , Игорь Минаков , Павел Амнуэль , Ярослав Веров

Фантастика / Зарубежная образовательная литература, зарубежная прикладная, научно-популярная литература / Научная Фантастика / Фантастика: прочее / Словари и Энциклопедии